lunes, 18 de octubre de 2010

Beto Pianelli hace un análisis de las elecciones en la CTA



El Candidato a Secretario General por la CTA Capital, dirigente sindical del Subte (AGTSyP) y miembro de la Junta Promotora del Encuentro - Ciudad de Buenos Aires, habló de las elecciones de la CTA, del rol del Encuentro y de lo que queda por delante.

¿Cuál es el saldo que dejan las elecciones de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) en la Ciudad de Buenos Aires?

Hay un primer balance que es muy positivo. Se puede cuantificar en votos, en fuerza militante, en fiscales. En una elección lo podés cuantificar en relación a la campaña. Si vos medís esta campaña en la Capital Federal, no hay relación entre lo que hicimos nosotros y lo que hizo la Lista 1. La fuerza militante que puso en movimiento la Lista 10 fue cualitativamente superior a lo que hizo la lista que encabezaba (Carlos) Chile.
Incluso desde el punto de vista político. Las fuerzas que se movieron, cómo trabajamos nosotros desde el Encuentro. Inclusive hubo otras fuerzas políticas que intervinieron en la campaña, y fue mucho mayor a lo que pudieron incluso los aliados a la Lista 1, por ejemplo el Movimiento Socialista de los Trabajadores, el Partido Comunista Revolucionario o Proyecto Sur.
Y en fuerza militante y sindical también fue así. Simplemente el hecho de las recorridas que nosotros hicimos sobre la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) o sobre otros gremios, donde fuimos a caminar, el trabajo que se montó con los afiliados individuales, fue gigantesco. Y ese es un primer balance que uno puede hacer.
También podemos hacerlo en relación a los votos. Si uno hablaba de la campaña electoral cuando empezamos, se hablaba de que la Lista 1 ganaba cuatro a uno, o cinco a uno. Terminamos cabeza a cabeza. Esa es la verdad. Nosotros siempre fuimos concientes de esa realidad, de que nos jugábamos a pelear la elección y que teníamos que hacer un esfuerzo muy grande para pelearla simplemente por el tamaño que tiene ATE. Ese es otro saldo que uno puede sacar.
Y Fiscales: el día de la elección, nosotros creo que duplicamos el número de fiscales de la lista 1. Creo que en el único lugar donde podemos decir claramente que no podían hacer ninguna maniobra fue en la Capital Federal.


¿Y en cuanto a la polémica por el conteo de votos a nivel nacional?

Hay varias cuestiones que analizar, de lo que pasó y de lo que se dijo en la campaña. Algo que se dijo en toda la campaña es que nosotros éramos la expresión del kirchnerismo. La verdad es que escandalosamente la lista de Pablo (Micheli) dice que gana con 13 mil votos que vienen de la provincia de Jujuy impuestos por la Tupac (Amaru). Que aparte son escandalosos, y por eso nosotros impugnamos la provincia, por todas las anomalías que había. Sabemos que había mesas que no existieron, que las constatamos nosotros, hubo anomalías en las actas… todo lo que hace a esta impugnación.
Entonces, los gran antikirchneristas, los rabiosamente antikirchneristas, dicen que ganaron con los votos de la kirchnerista Milagro Salas. Que aparte al otro día hace esto de “me voy de la CTA”… una de cal y una de arena. Un papelón que a cualquiera que haya acompañado el proceso lo deja vulnerable frente a los gordos, a la propia Confederación General del Trabajo (CGT), frente a la opinión pública y frente a los trabajadores en general. De última, a mí no me importa lo que pueda decir (Hugo) Moyano, lo que si me importa es lo que pueda decir cualquier trabajador que fue, votó, que hizo un esfuerzo, que vio con simpatía todo este proceso y ahora ve esto. Y dice “¿cómo? Todo lo que estuvimos hablando en la campaña…”.


¿Y se pueden acercar posiciones?

¿Acercar posiciones? Ese es solo un aspecto, grave, pero lo más grave es la repetición de acciones que la CTA siempre repudió. La CTA se funda en un momento de retroceso del movimiento obrero, en el momento del neoliberalismo a pleno, de Menem, como algo defensivo, repudiando los métodos gangsteriles, burocráticos, los métodos del fraude, de no dejar presentar al adversario. Así se funda la CTA. Si uno entra en Youtube y mira en Mendoza un tipo metiendo votos en una plaza, o no dejando entrar a los docentes, pegándoles… es un escándalo.
Esto es el producto de una política, de una lógica de construcción que no tolera el principio básico de una organización sindical democrática, que es el frente único del conjunto de los trabajadores, que como cualquier otro sujeto social, es heterogéneo. No tiene pensamiento único. Y vos tenés que ser tolerante y estar dispuesto a ganar, perder, a ser minoría o mayoría. Estos compañeros están basados en un fundamento esencialmente político.
En la construcción de una organización política partidaria, uno está de acuerdo en un programa, entonces hay más unidad de criterios. Pero en una organización sindical está el que es peronista, el radical, el gorila, están todos adentro. Ellos conciben una organización sindical que es más parecida a un partido político. Por eso, a posterioridad de la campaña se ve con mayor claridad. Termina la campaña y se empieza a hablar de la Constituyente. Micheli tapó, dijo que era en contra de los kirchneristas, pero en ningún momento hablaba de la Constituyente. Nosotros sacábamos el tema: “Me estas queriendo llevar a un partido político que yo no coincido”. Y menos a un partido político con las posiciones políticas que tiene (Víctor) De Gennaro y que tiene (Claudio) Lozano, que termina votando en contra de la 125, que vota con el Grupo A… menos.


Volviendo a la cuestión del escrutinio ¿qué va a pasar con las impugnaciones?

Hay que plantear algunos temas que los compañeros tienen que saber. El Comité Arbitral no puede convocar a elecciones. Nosotros le pedimos a la Junta Electoral que convoque a elecciones y dicen que no pueden. Son mayoría ellos, y dicen que tiene que convocar la Mesa Nacional. Ahí también es mayoría la Lista 1, igual que en la Junta Electoral. El Comité Arbitral es solamente eso. Puede emitir un dictamen y decir “tienen razón” que hay que votar en esas seis provincias. Si dice eso, hay que ver si la Junta Electoral plantea que no está capacitada para llamar a elecciones, y si se reúne la Mesa Nacional hay que ver si quieren hacerlo. En estas condiciones yo lo que veo es que no tienen ninguna voluntad. No quieren mirar para atrás.
El problema es que nadie puede aceptar, y menos en el movimiento sindical, que si ganó una elección, termine perdiendo. Es un principio de verdad. Y en el movimiento sindical se paga mucho más caro. Porque alguien que no sabe defender sus triunfos, lo paga. Nadie es capaz de conducir a otra persona si no sabe defender lo que consiguió. Nosotros tenemos todas las herramientas para decir que ganamos esta elección. Si nosotros no defendemos eso nos condenamos a nosotros mismos. Por eso salimos y dijimos “acá hubo fraude” e impugnamos lo que teníamos que impugnar. De acá en más hay que mantener esa actitud. Los compañeros merecen saber la verdad, merecen que se les respete lo que votaron. Y donde se hizo fraude merecen votar de nuevo.

¿Qué le aportó el apoyo del EDE y de Martín Sabatella a la CTA?

Tanto para la CTA como para la situación política nacional aporta el Encuentro. En el sentido de defender el curso tomado a partir de la crisis del 2000, reivindicarlo, sentirlo como propio y a la vez tener una actitud autónoma y poder decir lo que desde el punto de vista del proceso, el gobierno es incapaz de resolver. En ese sentido, la política adentro de la CTA es lo mismo. El mejor ejemplo en ese sentido somos nosotros. Desde el año 2000 en el subte conseguimos reducción de la jornada laboral, aumento de salario, desprecarizar. Lo conseguimos con este gobierno. Ahora, no fue una alegre concesión de este gobierno porque fuéramos buenos chicos. Costó mucho, y no solo eso, costó palos. Así lo vivimos en los 90. Esa ubicación que nosotros tuvimos desde el punto de vista sindical, y que la central empezó a tomar a partir de la conducción de Hugo Yasky -esto de defender algunos aspectos del gobierno frente a las embestida de la derecha- esta ubicación es lo que le aportó el Encuentro, el apoyo de Martín.


¿Qué queda por delante?


Hay que seguir haciéndose fuertes en los sindicatos. Es un lugar fundamental para dar la disputa. Porque es el lugar donde se da la relación “capital- trabajo”, y si uno está diciendo que hay que distribuir la riqueza, tenés que pegar en ese lugar. Es quizás “el lugar” por excelencia. En otras épocas históricas era más claro, ahora está mucho más mediado por las estructuras sociales que se han generado en las sociedades modernas, pero es el lugar propio donde uno necesita hacerse fuerte, consolidarse. No por nada el peronismo, que marcó la historia de este país en la mitad del último siglo, se fortaleció, se desarrolló y tuvo su poder más arraigado en la relación “capital- trabajo”. Más allá de lo que opinemos que haya hecho. Ahí es donde se fortaleció, como Lula en Brasil, como el Frente Amplio en Uruguay. Y si nosotros tenemos vocación de poder, como lo hemos demostrado, tenemos que construirnos en esos lugares. Quizás es el laburo más gris y cotidiano, más lento, pero el que entra en ese lugar no sale más. O por lo menos marca un período histórico, y me parece que esa es la gran tarea que tenemos planteada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario